El último viernes se desarrolló el evento “El enfoque de bienestar animal en la fauna silvestre”, donde los asistentes participaron en un espacio de diálogo junto con especialistas y expertos en fauna silvestre para analizar y discutir las mejores estrategias que aseguren el bienestar de los animales en sus hábitats naturales, especialmente tras los efectos devastadores del derrame de petróleo en el mar de Ventanilla.
A raíz de este desastre, 1 855 especímenes de fauna silvestre fueron declarados muertos, 2 053 se vieron afectados y 198 sobrevivieron. Cabe resaltar que no se tiene un número exacto por la cantidad de especies afectadas que nacen en las aguas marinas y continentales (Por ejemplo: delfines, ballenas, peces, entre otros).
“Los animales silvestres son seres sensibles, son seres sintientes. Esto ya lo reconoce la Ley de Protección y Bienestar Animal pero no lo dice la Ley Forestal y de Fauna Silvestre. Y ese reconocimiento también debe estar establecido en el marco legal correspondiente”, explicó Luis Zari, especialista legal del Programa Bosques y Servicios Ecosistémicos de la SPDA.
Para reflexionar sobre las consecuencias del derrame de petróleo en la costa peruana, Javier Jara, especialista de la ATFFS-Lima SERFOR dijo que, “más o menos solo vemos del 10 % al 15% de la fauna que ha sido afectada. ¿Realmente son esos 2 000 animales los afectados?”
En el panel también participó Agustín Grández, asesor principal del despacho de la congresista Sigrid Bazán, autora del PL 7379. Según explicó, “lo que plantea la fórmula legal que ha sido presentada es hablar de animales silvestres en su generalidad, que comprende tanto animales silvestres en cautiverio como en libertad.
Jéssica Galvez-Durand, coordinadora del proyecto FAO ECTAD-Perú resaltó que el tema de salud está ligado al bienestar animal.
“Creo que nuestras legislaciones, si es que vamos a tener la oportunidad de actualizar algunas, tendrían que poner enfoque de una sola salud. El 75 % de las enfermedades que afectan a los seres humanos son zoonóticas.”
En la foto Jéssica Galvez-Durand y Javier Jara. Foto: Alonso López/ SPDA
Eugenia Morales, gerente de campañas de World Animal Protection, señaló que cada vez más personas son conscientes de los cuidados que necesitan la fauna silvestre.
“Cuando una persona se toma una foto con un animal silvestre ya vemos que los comentarios van cambiando. Ya no es qué lindo o qué dichoso, sino esto es crueldad, esto no está bien. Y cada uno de nosotros puede ir haciendo eso”.
Especialistas de la SPDA analizaron las lecciones aprendidas y, a través de una publicación, resaltan las siguientes acciones para proteger a la fauna silvestre ante un evento similar al derrame de petróleo :
Fortalecer el marco normativo
Actualmente, el marco normativo (Ley de Protección y Bienestar Animal) solo sanciona los actos de crueldad contra la fauna silvestre en cautiverio, no en libertad. Esto genera vacíos legales como son los derrames de petróleo u otros desastres ambientales, los atropellos o actuar con crueldad como lo ocurrido contra un mono machín blanco (cebus albifrons), el cual finalmente murió luego de ser torturado.
Centros de rescate a cargo del Estado
Los centros de rescate tienen como fin principal la rehabilitación de la fauna silvestre. Aunque, en la práctica, estos están centrados en rehabilitar especímenes procedentes del tráfico ilegal.
De acuerdo con los especialistas de la SPDA y conforme al artículo 67 del Reglamento para la Gestión de Fauna Silvestre (Decreto Supremo N.° 019-2015-MINAGRI), “el Estado está facultado y debería establecer centros de rescate estratégicamente ubicados a lo largo del territorio a fin de brindar una respuesta rápida, especializada y continua, en tanto se logra determinar el destino final del individuo, lo cual contribuiría a elevar las probabilidades de su liberación, de ser el caso”.