Durante los días 17 y 18 de octubre, 37 lideresas indígenas participaron en el «Encuentro de mujeres indígenas de la Federación Nativa del río Madre de Dios y Afluentes (Fenamad)», realizado en la ciudad de Puerto Maldonado. A través de diferentes dinámicas, las participantes trabajaron en conjunto para plantear las actividades que serán plasmadas en la Agenda Mujer de la Fenamad, tomando en cuenta el respeto de sus derechos, la preservación y reconocimiento de su cultura e identidad, la promoción de su participación política para la toma de decisiones e igualdad de género.
Gracias al trabajo del Área Mujer de la Fenamad, y el apoyo de la Sociedad Peruana de Derecho Ambiental (SPDA), fue posible que mujeres indígenas (35 de comunidades nativas de Madre de Dios y 2 de Cusco) trabajaran en conjunto para recolectar información desde sus experiencias. De esta manera, se identificó los diferentes problemas y retos que enfrentan las mujeres indígenas a diario.
“A partir de un amplio ejercicio de identificación de todos los problemas y presiones que existen en los territorios indígenas, se evidenció la relación de dichos problemas con sus derechos indígenas y cómo impactan en su bienestar y diversas visiones de desarrollo”, explicó Valeska Ruíz, del Programa de Biodiversidad y Pueblos Indígenas de la SPDA.
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Asimismo, Ruíz, quien estuvo presente durante los dos días que duró el encuentro, señaló que con la dinámica de identificación de las problemáticas se “evidenció, una vez más, que lo que sucede en sus territorios les impacta de forma diferente a las niñeces, juventudes, personas adultas y ancianidad”.
Amelia Añez, del Área Mujer de la Fenamad y representante de la comunidad nativa Nueva Oceanía, agradeció la presencia de las participantes. Varias de las mujeres indígenas realizaron largas horas de viaje para formar parte de la elaboración de la Agenda Mujer, documento en el cual se plasman sus ideas y opiniones. “Me siento muy contenta de tenerlos acá presentes. Han hecho el esfuerzo de venir desde su pueblo para llegar a esta reunión, donde vamos a trabajar no desde nuestros conocimientos”, apuntó la dirigenta.
Participantes narraron las problemáticas que tienen sus comunidades. Foto: Wuilmar Briceño / SPDA
En tanto, el vicepresidente de la Fenamad, Eusebio Iviche, presente en la apertura y clausura del evento, agradeció “a todas las hermanas lideresas de cada comunidad por sus aportes e intercambio de experiencias. Este es un paso muy importante que estamos dando para así actualizar la Agenda Mujer. Queremos que la mujer se empodere en diversos temas: salud intercultural, territorio seguro, educación intercultural bilingüe y seguridad alimentaria. Fenamad seguirá fortaleciendo a las mujeres lideresas para empoderarlas y que su participación sea más activa”.
Desde el inicio de las actividades, se consideraron espacios de respeto a los saberes ancestrales, como la construcción de un altar y ritual de agradecimiento a la madre tierra, mediante cantos y danzas. Además, se realizaron actividades de integración mediante dinámicas de colaboración entre las mujeres indígenas.
Estas actividades permitieron que se expongan las diferentes situaciones que viven las mujeres en las comunidades nativas. “Desde el respeto a nuestras diferencias étnicas y culturales, hemos logrado construir alternativas de solución o de apoyo. Además, hemos logrado identificar aliados en cada caso”, comentó Shiomara Yabar, especialista legal de la oficina de la SPDA en Madre de Dios.
Lideresas pintaron sus rostros en una de las dinámicas. Foto: Wuilmar Briceño / SPDA
“Hemos sentido que después de estos dos días contamos con mujeres más empoderadas con mejores habilidades para gestionar y promover acciones en favor del cuidado de sí mismas, el cuidado de los hijos, el cuidado de otras mujeres y el cuidado del territorio”, agregó.
Teresita Antazú, integrante del Consejo Directivo de la Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana (Aidesep), viajó a Puerto Maldonado para ayudar al equipo encargado del encuentro. “Yo creo que este trabajo es muy importante, sobre todo porque se está recogiendo las inquietudes y opiniones de las mujeres, desde las comunidades”, indicó Anatazú.
La lideresa indígena contó episodios en su vida y las dificultades que tuvo que pasar para ser dirigente. “Con mi experiencia les digo ‘sí se puede’. A veces, desde la casa, nos dicen ‘tú no sabes, tú no puedes’. Eso lo internalizamos y entonces pensamos que no podemos. Pero sí podemos, se puede ser dirigente y asesorar a las mujeres, trabajar con ellas. Es importante la motivación. Yo tuve una experiencia bastante difícil con mi familia y alguien me dijo ‘las mujeres sí podemos’. Eso a mí se me quedó en el corazón y mente”, manifestó.
Para Shiomara Yabar, la presencia de la primera mujer indígena en ser elegida como dirigente nacional fue determinante para que las representantes de las comunidades nativas compartan sus vivencias. “Su experiencia y conocimiento han sido claves. Yo resumiría la participación de Teresita en dos palabras: motivación y guía. Teresita ha compartido su experiencia de vida, sus aciertos y desaciertos, sus lecciones. Esta información ha sido brindada y recibida con mucho cariño, con el vínculo que solo las hermanas indígenas pueden crear”, afirmó.